DESCRIPCIÓN:
Saliendo de la Villa de Teguise, dirigiéndonos hacia Arrecife, nos encontramos con pequeños pueblos con encanto.
El primero de ellos es Nazaret, un cúmulo de casitas blancas que descansan orientadas al sur en Las Laderas. Esta montaña guarda un secreto especial y en ella puede visitarse uno de los lugares artificiales más sorprendentes de la isla. Se trata de un museo-restaurante donde en las entrañas de una montaña de ceniza volcánica compacta se ha creado un espacio único, con una arquitectura que se ensambla a la perfección con el entorno.Es un lugar ideal para disfrutar de una excelente gastronomía y tomar unas copas al ritmo de la música más actual.
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